¡¡¡¡Adiós!!!!

Hoy, 26 de Mayo se fue la razon de que este blog existiese.
Siendo así, creo yo, no tiene mas sentido seguir publicando aqui.
A todos quienes me leyeron alguna vez, Gracias.
El Blog no será suprimido, se queda aqui, como una constancia de que hubo tiempos mejores, llenos de cuentos, alegría y otras tantas cosas que no vienen al caso.
A todos, Mil Gracias.
Asi que aqui está, todo lo que se publicó, hasta el día de hoy.
Si aun asi quieren seguir leyendo alguna cosa escrita por mi visiten ESTE BLOG.

Cuidense todos.

Desvelado, Inconstante y Delirante. Que llora, pero ya no por su plantilla.

Gracias.
Adiós.

PERDON

Cierto sitio web regenteado por gente OGT hizo que mi plantilla anterior colapsara. Iba a poner una captura de pantalla de como se veia a plantilla, pero me acrode cuando ya la habia cambiado. Esta fea plantilla es temporal, no se preocupen, la cambiare en cuanto este un poco mas desocupado.
Desvelado, que llora por su plantilla bonita.

Bajo, pero audible...

Comentario del autor:
Este cuento Fue escrito hace ya un poco de tiempo, mientras escuchaba un remix electronico de una cancion de Belanova (pues no me gustan mucho, pero algunas rolas pasan...). Podria atreverme a decir que este cuento esta basado en la cancion, o mas bien basado en las ideas, sentimientos e imaginaciones que me despierta. Creo que a pesar de ser corto, es un cuento con emociones, y a pesar de no tener ni un solo dialogo es un cuento que dice mucho. Es por eso que (aunque se sale de la linea que he manejado hasta ahora) me atrevo a postearlo.
Espero que lo disfruten!!!!
Atte: El Desve, quien les desea un feliz año en pleno Febrero.
(P.D.: Oye Ivonnita... Te amo preciosa!)


El estereo suena en un volumen bajo, pero audible. En el cuarto contiguo sus padres, que calcula, estan dormidos hace una hora. Serán aproximadamente las 12 de la noche y el sabe que es muy temprano aun. Y de vez en cuando echa un vistazo por la ventana, como si estuviera esperando algo importante. Pero no encuentra nada, se vuelve, regula el volumen de la musica electrónica que sale de su estereo, alisa las arrugas de su colcha, ordena su escritorio, da vueltas y vueltas nervioso y espera...
Dos golpecitos en la ventana, uno tras de otro, bajos, bajos pero audibles.

Se acerca sin prisa, pero sin pausa, corre la cortina, y la mira. Es ella, y el brillo del alumbrado publico le pega justo en la cara, como si fuera un angel encarnado....
Ya conoce la rutina y le quedan pocos segundos para ejecutarla. Sin prisa pero sin pausa abre la ventana sigilosamente y le pasa un banco, ella sube, entra y agilmente sube el banco tambien. La ventana se cierra y la demencia comienza...

Hablan, callan, gritan.. si al fin y al cabo para eso estan hechos. En ese momento no les importa nada mas. Hablan, callan, gritan, se tumban en la cama a escuchar el beat repetitivo de la electrónica, platican y rien modulando su voz en un volumen bajo, pero audible, audible apenas para ellos dos.
Bailan, a la luz de una lampara que los deja a media luz y en el espacio que el desorden de la habitacion pequeña de por si, deja disponible, bailan y nada mas importa, saben que si algo sale mal, el plan es claro, el a la cama y debajo de la cama ella.
Se cansan, se tumban de nuevo en la cama, si hace frio las cobijas hacen lo suyo y les protegen de todo el mundo alrededor..
El mundo son ellos.

Y comienzan los besos, las caricias, el calor.... Comienzan las manos a desinhibirse, a marcar su trayectoria claramente por los cuerpos acompañados de caricias, besos y gemidos.. gemidos bajos, bajos pero audibles.


Horas mas tarde, aun sigue oscuro pero la gente ya se prepara para ir al trabajo, la ciudad comienza a despertar y saben que su momento debe terminar pronto...
Con el mismo procedimiento pero a la inversa ella sale, le da un beso como garantia de que volvera y desaparece por la calle con el mirandola por la ventana, desaparece y se pierde entre sus pasos, pasos bajos... pero audibles.

Feliz primer año DYD!!!!!

Comentario del autor:
Este cuento fue escrito hace mas de un año, eso se los aseguro. Es algo que escribi para una situacion, un lugar y una persona quien por cierto es la personita mas linda de TODO el planeta y a quien AMO incondicionalmente y de la manera mas cursi posible: Ivonnita mia. Esta basado en un hecho real y quien no lo quiera creer... que no lo crea, jeje.
Muchas gracias a todos y cada uno de ustedes quienes a lo largo de este año me han leido, comentado han reido, llorado y sentido coraje con mis cuentos, con las cosas que salen de mi mente, quienes se han involucrado con Braulio, Diana, Dalila,Silvia, y con todos los personajes que han salido de las hojas de mis cuadernos (como la nueva imagen del blog que espero les guste) , saltaron al ciberespacio y luego a sus mentes para hacerlos suyos tanto como son míos.

MUCHISIMAS GRACIAS A TODOS!

Feliz Aniversario DyD!!!

El Desve que hoy se siente muy feliz!

Tres Palabras: Ivonne, te amo.


Yenalli
y el enmascarado


El sol lucía un poco triste desde hacía un par de horas. Desde la ventana de la torre mas alta, Yenalli lo había estado observando desde que salió, y seguramente, lo observaría hasta que se ocultara por completo. Haría cerca de tres horas que estaba arreglándose. Ni ella misma entendía el porque de tanto empeño, si ni siquiera estaba un poco interesada en ir a "la estúpida cena esa".
-Tienes que ir- Había oido repetir hasta el cansancio a su madre, desde hacía semanas- Eres la princesa. La princesa no puede faltar a su presentación en sociedad.
Río un poco irónicamente. Esa noche, mas que "presentarla en sociedad" iban a dar un magnífico festín para "la alta sociedad", esa clase alta que detestaba y a la que odiaba pertenecer . Habian ocurrido antes, le sorprendia la facilidad con que la alta sociedad daba grandes celebraciones por todo y comian y bebían hasta embriagarse. Odiaba pertenecer a una clase tan opulenta y egoista.
"Uno se queja a veces de las idioteces que nos suceden a diario (por que son idioteces)y no nos ponemos a pensar que hay gente que sufre en realidad"-pensó, de nuevo mirando hacia el exterior de palacio, buscando alguna señal de contacto humano, pero las grandes areas boscosas que cubrian al castillo no la dejaban llevar su vista mas alla. Esperaba encontrar a alguien que la salvara, no un principe azul, sino alguien humano...

Pero en fin...

Resignada a enfrentar aquel destino, Yenalli fue a ponerse el vestido que su Madre había escogido que usaría ese día.

Pero al mirarse en aquel gran Espejo que había en su alcoba algo cambió de repente. La que le devolvía la mirada no era ella misma... más bien era la " ella" en la que sus Padres y la sociedad querían convertirla...

Menos de un minuto mirándose fue bastante para que tomara una decisión que cambiaría todo...

Le tomó menos de 20 minutos deshacerse de todo el esmero de arreglarse que le había costado la mañana entera. Se deshizo del vestido, el maquillaje y las joyas y se escabulló al cuarto de la servidumbre, donde encontró unos pants negros desteñidos y unos lentes oscuros, que le harían pasar desapercibida.

Fue por último su alcoba, donde tomó su cartera, llena de billetes, su chequera, la tarjeta de su cuenta en el banco y la american express (Por si las dudas).

Antes de darse cuenta, había burlado a la seguridad y estaba fuera del palacio.

" ¿y ahora?" Pensó. Algo era seguro: no iban a saber de ella en un largo tiempo. No pensaba regresar. Al menos, no ese día. ¿pero qué haría entonces? Llevaba tiempo caminando cuando en el bolsillo del pantalón encontró unos boletos del metro. Había oído mencionar el metro pero jamás había viajado en el. Sin pensarlo abordó un taxi y le pidió al conductor que la llevaran metro más cercano.

Poco importó la sorpresa del conductor cuando ella pagó con un billete de 500 o la sorpresa de los usuarios del metro ante su torpeza para introducir el boleto: lo importante era huir, perderse...

Y si, una vez abordó el vagón, se perdió por completo.

No supo cuántas veces bajo y se volvío a subir en diferentes estaciones. Se confundió entre tantas estaciones, direcciones, y correspondencias. Comenzó asustarse, pero se tranquilizó pensando que al salir (si todo salía mal) podía tomar un taxi que le llevará al sheraton. Tal fue su angustia que decidió bajar y seguir por fin aquellos letreros que decían "salida".

Al salir se encontró con una calle casi desierta, parecía que aquella estación no era muy visitada, o tal vez no había mucha gente a esa hora, no lo sabía. Ella no acostumbraba viajar en metro. De hecho sólo acostumbraba viajar en limosinas o autos blindados. Ahora la idea del taxi al sheraton no parecía tan mala... El problema era que no pasaba ni un solo taxi por donde ella se encontraba. Cargada de dinero, huyendo de su real destino sin saber siquiera donde estaba, comenzó a caminar.

No le tomó mucho tiempo perderse. Sin saber cómo, llego a una calle donde corría lo que parecía ser un río cercado por concreto. Tan cansada estaba que fue a sentarse la orilla, mientras aún había sol. Miraba el agua que corría (que por cierto no estaba muy limpia) y entretanto pensaba en todo lo que había pasado. Ahora estaba perdida, debían estar buscandola por todos lados y lo peor era que no podía volver... Eso sería como admitir su error.

Sin darse cuenta, sin saber cómo ni por qué comenzó a llorar. Las lágrimas rodaron por su cara, como perlas. No sabía si lloraba porque estaba perdida o porque se estaba convirtiendo en algo que no quería ser. " muchas quisieran ser princesas" le había dicho alguna vez la institutriz. " si-pensó-pero esas muchas no saben todo lo que implica"... El no poder tener amigos, ni vida privada ni una vida normal... Ella sólo quería ser normal...

De pronto, notó que alguien se acercaba a su derecha: un sujeto con una máscara y una capa plateadas.

Estaba paralizada del miedo. Quería levantarse, irse pero no podía.

El enmascarado busco algo en el bolsillo de su pantalón y Yenalli estaba cada vez mas nerviosa y asustada. AL final, el enmascarado le ofreció un pañuelo. Yenalli lo tomo, como dudando.

-gracias -dijo tímidamente.
-de nada-dijo el enmascarado. Algo en su voz tranquilizó a Yenalli..denotaba inocencia...-¿cómo te llamas?- dijo sentándose a su lado - ¿por qué lloras?
-¿y esa máscara? --soltó ella para no responder ni lo uno ni lo otro.
-er...-Titubeó el enmascarado-es que debo usarla, soy luchador.
-Ah...-Dijo ella-parece que acabas de asaltar un banco...
-mira quién habla-contestó el- pants, capucha, lentes oscuros...
-estoy de incógnita -dijo casi sonriendo.
-entiendo...
-¿de verdad eres luchador?-Preguntó Yenalli, interesada-¿y esa guitarra?-Dijo reparando por primera vez en el estuche que cargaba con él.
-Mmm...-Dudó el-se la guardo a un amigo...
-Ah...
-¿y qué te trae por aquí?-Preguntó el-¿qué haces aquí en el gran canal del desagüe?
Eso explicaba lo turbio del agua.
-pensando-dijo ella lacónica-¿y tu?-Le dijo desafiante -no deberías estar ya en el estadio?
-Eh?
-eres luchador, no?
-Ah, la arena-dijo el-la verdad es que yo también vine a pensar...
-¿cómo te llamas?-Preguntó Yenalli.
-me llaman Tórek el plateado-respondió, inflando el pecho.
-¿y vas a luchar hoy?-Preguntó-¿has ganado muchas peleas?
Tórek que se quedó callado, como pensando.
-hoy es mi primera lucha -dijo por fin-mi presentación, mi debut.
-Ah, sí?
-sí...
-y no deberías estar.. -comenzo Yenalli.
-sí-dijo bajando la cabeza-si debería, pero... No voy a ir.
-¿qué? -dijo ella-¿por qué?
De nuevo se quedó callado, como pensando en que decir. Sus manos se movían nerviosamente. Al cabo de un rato, soltó:
-me estoy convirtiendo en algo que no quiero ser,-dijo el-yo realmente no quiero ser luchador...
-te entiendo...-Dijo ella.
-es una cosa de familia-dijo-mi Padre es " León, el dorado" antes de retirarse y aún ahora es una leyenda de la lucha libre. Tan sólo una derrota en 35 años de carrera.
-Ah...-Dijo ella. No tenía ni idea de lo que hablaba.
-desde niño me tienen entrenando, saliendo a correr las mañanas, dos horas de gimnasio diarias, con dieta macrobiótica... Hace tres años dejé la escuela... Y todo para que hoy, a los diecisiete años estuviera preparado para mi debut. Llevo poco menos de dos años usando la máscara, casi a toda hora... Ahora, es casi parte de mi piel. Y así me siento, siento que llevo una máscara que no me deja ser yo mismo...
-y le has dicho tu Padre?-Preguntó ella.
-cientos de veces -dijo el-pero dice que éste es mi futuro, que para esto nací, que este es mi destino por ser hijo...
-del rey...-Dijo ella, sintiéndose súbitamente identificada con Tórek.
-que?
-digo... Tu Padre fue... El rey de la lucha, no?
-Ah, sí...-Dijo Tórek-supongo. Ahora todos deben estar esperando... Dije que iba la tienda hace una hora.
Cada vez se sentía más identificada con él.
-y qué piensas hacer?-Preguntó Yenalli.
-nada-respondió el-pasar la noche por ahí... Aparecer mañana y afrontar el destino.
-yo también huyó del destino...-Dijo ella.
-vaya-dijo el-es contagioso.
Yenalli río. Era la primera vez que reía de verdad en toda una semana. Tórek la miró y río.
-¿qué?-Preguntó ella.
-nada -dijo el -es que... Te ves linda cuando sonríes.
Ella también lo miró. No había reparado en los ojos, que se le veían por las aberturas de la máscara.
-¿qué?-pregunto el ahora.
-es que... Sus ojos... Se ven tan... Tiernos. Tus ojos representan lo que tú eres realmente.
Se miraron. Sonrieron. Sus labios se fueron acercando más y más.
Y de repente...
-no te voy a besar con máscara -le dijo ella.
-Pero quítate los lentes-pidió el.
No pasaron ni cinco segundos cuando sus labios se unieron en un beso profundo y tierno, libre de máscaras y secretos.
Al separarse, Yenalli lo miró bien. La expresion de un niño pequeño en su cara , el cabello negro, negrísimo, y unos ojos que, al menos a Yenalli le parecían los mas hermosos del universo.
Tórek pudo mirarla bien. Era hermosa... Su piel.. sus ojos, su cabello... su sonrisa, encantadora... parecía, sin temor a equivocarse un angel.. tan perfecta, tan hermosa, tan tierna... tan real... ¿Real?... Miro bien su rostro y se dió cuenta de que ya lo habia visto antes, en otra parte....
-tu eres-dijo entre sorprendido y asustado
-Sí-respondió ella
-pero en las noticias dijeron que tú...
-sí...
-pero hoy es tu...
-Sí
-o sea que...
-sí-dijo ella finalmente-Ya cálmate chico.
-yo te a...-Comenzó el.
-yo también-dijo ella rápidamente y se fundieron en más besos y caricias.
Llevaban unos minutos de conocerse y sin embargo, sentían que eran tan iguales... Tan compatibles... Como si fueran uno mismo.
Y cuando el amor es así...

-y entonces?-Pregunto el al cabo de un rato.

No lo pensaron mucho. Se tomaron de la mano y se marcharon en el primer autobús con destino a un lugar donde no pasaba el tiempo, donde a la gente poco le importaba saber de princesas, o de lucha libre, donde pudieran vivir una vida normal y ser felices para siempre.

Penjamo Guanajuato, para ser exactos.

Una vez mas, solo una oportunidad mas.




ADVERTENCIA: si quedaste satisfecho con el cuento anterior te recomiendo dar la media vuelta y no leer este post. Regresa por aqui el 23 de Noviembre, primer aniversario de DyD.


Comentario del autor.
(Denle Play.)

A mi no me gusta hablar sobre el destino, porque cuando alguien habla de el, siempre se equivoca. Decía el personaje de una película gringa: "La vida es como una caja de bombones, porque no sabes lo que te va a tocar". CIerto, muy cierto y sin embargo a muchos no les acaba de convencer.
Lo cierto, es que a veces, llámenle como le llamen "El destino" nos lleva por caminos que nosotros mismos no sabemos cuales serán y hacia donde nos llevaran despues. Las personas, en momentos dados de la vida tomamos caminos insospechados que a veces nos separan de algo, alguien o de algun lugar. Caminos que nos llevan a separarnos de lo que queremos, de quien queremos y de quien nos quiere. Caminos que nos obligan a ir por senderos distintos y talvez separados, conservando siempre la esperanza de regresar al punto desde donde partimos.

Un saludo desde la tierra de mis ausencias y aqui está lo que muchos pidieron: Braulio y Diana.
Nos vemos el 23 de Noviembre.
Desvelado, que hoy le hace mas honor a su nickname.



Braulio y Diana.
(Braulio y Diana)

No sabía cuanto tiempo había pasado. Las heridas, cuando uno tiene voluntad, cierran y se curan pronto. A veces cicatrizan, si, pero siempre cierran si uno tiene voluntad y el mismo era la prueba viviente. Ahora, se sentía diferente, su modo de ser a veces tan egoísta había cambiado por completo. Como decían por ahí y a el se le hacía harto cursi, era : "Como el ave fénix que renace de sus cenizas" y alguien por ahí le agregó "El tiempo es muy sabio". Se había vuelto mas tolerante a ese tipo de cosas e incluso consideraba por ratos la idea de ser mas tierno y romántico a veces. Solo faltaba que tuviera con quien y se diera la oportunidad de serlo. Pero hacía tiempo que no tenía la oportunidad. Como sea, se había convertido en una nueva persona, eso era claro.

Las cosas, iban de mal en peor. No podía con ella misma, ni con el desmadre de vida que llevaba. Vivía al día sin preocuparse demasiado de nada y la verdad ya ni la escuela de danza, que era lo que la hacía salir de su letargo autoimpuesto le interesaba.Sin embargo, su vida, según sus primas era perfecta: Joven, guapa, alumna y una muy buena de la academia de danza y ademas próxima a casarse con un sargento segundo. A ella, no le parecía estar viviendo en la fantasía que todos le pintaban, no le parecía estar viviendo la vida perfecta. A veces añoraba el pasado... ese pasado del que ya no quería acordarse ese que ya no le importaba. No sabía cuanto tiempo llevaba asi, pero irónicamente llevaba perfectamente bien la cuenta de los días desde que recibió la llamada: 2 años, 10 meses.

Había tenido un presentimiento extraño en los ultimos días, como si algo le aguardara en alguna parte. El deseo de seguir un impulso que ya no tenía desde hace mucho, un impulso que lo guiaría seguramete a un lugar al que no debía ir o en el que no debería estar. El deseo impulsivo y estúpido de cerrar los ojos y correr hacia donde el corazon le guiara, que, fuera donde fuese, no podía ser peor que a donde lo guío esa noche fría de octubre: La noche en que no se avergonzó de sentir.

No lo busco, ahora que lo pensaba mas friamente. No quiso localizarlo, no lo llamo, no hizo ningun intento por saber de el y si mal no recordaba esa noche, fue la última vez que escucho su voz. No vivían ni remotamente cerca, asi que la idea de encontrarlo casualmente nunca rondó su mente y el hecho nunca ocurrió. Le dolía admitirlo, pero pensandolo bien, ella había sido la que había esperado su llamada con ansias, la que había deseado fervientemente que la llamara, que volviera a repetirle que la amaba y que quería estar con ella... Y sin embargo, la llamada jamás llego...

...pero su orgullo le había impedido llamarla y hacer como el hubiera querido. La llamada ya había llegado, el había dado todo de si, la había llamado, se lo había dicho... Se lo había dicho a pesar de que lo único que le había oido decir, de hecho lo último que le había oido decir era que no quería hablar con el. A pesar de que en la última cita, solo había discutido, y la había dejado sola en aquel café.. Justo el día que descubrió, que admitió, que estaba enamorado de ella...

...justo ese día, 2 años y 10 meses despues, descubrió que realmente estaba enamorada...

... pero nada podía hacer...

...mientras la desesperación se apoderaba de su vida...

... y sin embargo ese día sentía que algo le aguardaba...

...se vió de nuevo en el espejo y pensó...

... que si tuviera una oportunidad mas, una vez mas...

... sería feliz, se daría permiso de ser feliz, sería feliz de estar con el,...

... nada mas importaría...

... y al fin se amarían como siempre habían querido hacerlo.

Pero el destino lleva por caminos insospechados.

Iba extrañamente melancólico y, como siempre, caminando sin rumbo, aunque por un camino distinto a los que frecuentaba. No le gustaba ir al centro, pero ese día las ganas le habían guiado mas que el mismo. Hacía frío como cada diciembre, y como cada diciembre, el centro estaba lleno de puestos donde se vendían adornos, árboles y otras cosas navideñas. Fue caminando sin rumbo donde prendío el cigarrillo ("ya lo estaba dejando, ya lo estaba dejando") y , para evitar los puestos, cruzó la calle, hacía la acera que estaba un poco mas despejada.

Fue cosa de un instante.
Ahí estaba, ¡Si!, ¡Alli estaba!. Viendo el aparador de una tienda, tan hermosa como siempre. Derramaba ternura, dulzura. Sus ojos estaban tan lindos como siempre, su pose de indecision que el conocía tan bien, que nadíe como el conocía tan bien. Y quiso detener el tiempo por un instante, que la gente se detuviera que todo se detuviera un segundo en nombre de el, en nombre de ella... En nombre del amor...
La gente iba con prisa y los empujones le acercaron cada vez mas a donde ella estaba.
Se congeló por un instante. No supo que hacer.

Al final, decidido se acercó... le tocó el hombro, tembloroso.

Ella volteó.

Se miraron y no necesitaron decir nada. No había tiempo para decir nada, esta era su oportunidad, su momento, lo que tanto habían esperado desde hacía tiempo.

2 años, 10 meses.

-Diana- le llamó quien sería su madre, acompañado de una mujer tambien muy parecida a Diana, talvez su hermana mayor- Vamonos niña, que nos falta ir por el vestido...

El la miró, sin comprender del todo.

-Andale niña- le dijo su madre y la tomaron cada una por un brazo.

Ella luchaba, desesperada, pero la marcha del destino era inevitable.

Asi, la apartaron de nuevo de su vida, sin haberle dicho ni siquiera un último "Te amo".

Y mientras pensaba en correr detrás de ella, miró de reojo el aparador de la tienda y vió el hermoso vestido de novia blanco que había en la vitrina.
..

FIN.

Monotonía: Epílogo.

Comentario del autor:

Ya tenía el cuento, pero no me animaba a sacarlo a la luz. No me
decidía, porque para mi, la historia de Braulio y Diana ya había
terminado. Sin embargo, al leer sus comentarios me di cuenta de que
para ustedes, aún quedaban historias que Diana y Braulio tenían que
contar. Así que lo hice por Diana, Braulio, por ustedes que me leen, y por mi. Este es el epílogo de "Monotonía", que gracias a ustedes se ha
vuelto mi trabajo preferido hasta ahora. Despues de lo que aqui se
narra, ustedes podrán imaginar el final de la historia, si se dejan,
continuan juntos, o la monotonía los invade. Escojan ustedes el final
de su elección, que se los dejo a su criterio. Disfrutenlo.


Atte: Desvelado, que les deja el final a su consideración.




Epílogo.


El Cruel Frío de Octubre.


No supo ni a que hora prendió el cigarrillo. Ya lo estaba dejando, la eterna cantaleta de todos los fumadores compulsivos. Caminó por la calle, llena de gente y luces y sintió un remordimiento enorme por haberla dejado allí... sola. Quiso olvidar la idea, el sentimiento de culpa, todo. Total, ella había llegado hasta el café sola, había llegado con "Angelito" sola, así que bien podría regresar sola. Esa noche, a Braulio solo le importaba Braulio.


Se detuvo. Miró hacia un poste de luz, como drogado, embelesado con la luz que veia salir de aquel faro nocturno, la luz que bañaba la banqueta, a la gente, a toda la ciudad que el veía depresiva, aunque pensándolo mejor concluyo que la gente ve las cosas segun su estado de ánimo. Y el no estaba precisamente saltando de alegría. Poco le importó que la gente lo empujara al pasar, que no lo dejaran mirar al poste que al menos lo estaba distrayendo, que lo deslumbraba pero al menos lo hacía no pensar en nada... Decidió moverse cuando alguien le gritó algo que no pudo entender, y fue a sentarse en la banqueta.


¿Cuando pasó? ¿Cuándo se había convertido en alguien sentimental? ¿cuando carajo se le habia ocurrido enamorarse? apenas si reparó en que la flor que le había comprado, la cursi rosa rosa seguía en su mano. Al menos le hubiera gustado dársela, y no para demostrarle que el tambien podía ser "romántico", sino por el simple hecho de regalarle una rosa... una rosa que se había atrevido a comprar, cuando no lo había hecho para nadie mas. Nunca. Pero eso le pasaba por andar "comprando rosas".


Ella no me conoce” pensó Braulio al fin, dándole la última calada a su cigarro, al tiempo que sacaba uno mas de la cajetilla casi vacía. ¿Cuando comenzo a creerse mas de lo que era? No lo sabía, y la luz del faro no le ayudaba a recordar sino la cándida sonrisa, y la expresión juguetona que tenían los ojos de Diana esa noche. Esa noche... esa noche fue... algo raro, sin duda. Y ese remordimiento estúpido de conciencia no lo dejaba en paz. Nada estaba saliendo bien,no se estaba sintiendo bien, eso no era bueno... Y se puso a pensar por primera vez que talvez aquello nunca hubiera sido bueno, que le hubiera sido mejor quedarse en su casa o ir a otro lugar en vez de ir a esa maldita fiesta... Pero de eso hacia meses... ¿Quien se acordaba?


Braulio, él se acordaba.


Nunca le gusto la música electrónica. No se le hacía que fuera digno llamarla “música” , cuando realmente solo eran un monton de ruidos secuenciados con algun beat barato, y sin nada de armonía, ni ningún ejecutante (Un Dj. No es Músico), por lo cual no debería ser llamada música. Cualquier “Porquería Pop” era mejor. Por eso se arrepintió de haber salido de su casa para ir hasta esa fiesta, cuando aún dos cuadras antes de llegar se escuchaba el beatrepetitivo, persistente, ese maldito ruido... Otra noche como muchas de las últimas noches que había tenido ese mes: Otra de esas pinches fiestecitas con alcohol y electrónica. Ademas, no sabía ni para que había ido,no sabía porque había tenido que ir precisamente ahí... Pudo haber ido por un café, al cine, a caminar, como tantas otras veces... Pero estúpidamente, estaba en una de esas fiestas que tanto le hartaban. El ruido, la gente, los gritos... Braulio no soportaba eso.


Braulio se estaba engañando a el mismo.


Lo sabía, claro que sabía porque había estado en esa fiesta, sabia que estaba ahi porque ella iba a estar ahi, bien lo sabia, solo que aún quería engañarse.


No recordaba cuando había empezado ella a interesarle, no sabía precisamente cuando había sucedido el crush, ni cuando habia empezado a fijarse en ella..


Si, también lo recordaba vívidamente, aunque no quisiera hacerlo. Fue en su primera noche de electrónica y reggaetton...


Iba en calidad de cuidaborrachos.talvez se tomaría una cerveza y saldrían de alli. Cosa fácil. Gabriel, su primo, le había dicho que era en un lugar cerca de alli, un hoyo de mala muerte donde había música y la cerveza era barata... eran “fiestas” que se hacían todos los viernes en la noche, donde corria el alcohol y otras sustancias... uno de esos lugares en los que solo se pararía por puro ocio...


Odiaba el reggaeton, odiaba el ruido y odiaba a la gente. Pero su primo se lo había pedido...


Y estaba allí, en la barra, viendo como el alcohol iba haciendole efecto a su primo, cuando algo mejor se cruzó en su camino....


Cuando la vio se dio cuenta de que ya no odiaba el reggaetton... y de que en ella, el efecto del alcohol era proporcional al movimiento de sus caderas... entre mas alcohol, mas movimiento


No tuvo noción de lo que hacía... la vió y al segundo siguiente ya estaba interesado. “Lo que hace una buena cadera” se dijo dos viernes despues. Seguía yendo, con la esperanza de hablarle algún día...


Ella no me conoce” se repitió... ¿Quien era Diana para decirle que no podía enamorarse de ella? No necesitaba pedirle permiso... se había enamorado y eso era mas que suficiente, era la mejor prueba de humanidad que podia darle a ella, al mundo y a el mismo... “Si crees que no puedo ser romántico, si crees que no puedo enamorarme, no me conoces”...


-Por favor, por favor, Diana....-Recordó haberle dicho por fin, despues de tantos viernes- ¿Si?

-Si-Le dijo ella, emocionadisima, de repente sobría, embelesada...

Se refugiaron mutuamente en sus brazos... No sabían que era aquello que sentían... pero les agradaba sentirlo..


El frio calaba sus huesos. Se quedó mirando la luz del poste y recordando aquel primer abrazo... ese abrazo era mas especial que los besos por todo lo que representaba... para Braulio, ese abrazo representaba el suspiro de humanidad que había demostrado que existía dentro de él... su capacidad de amar a alguien desinteresadamente y por encima de todo...


Al fin se decidió.


-Hola- Dijo tembloroso cuando ella le contesto- No... no digas nada.... si. Lo se. Solo... Yo...Bueno... Déjame hablar por favor.. por favor... Gracias. Yo... Te amo. Te amo Diana. Te compré una rosa.. -Dijo al tiempo que una lágrima se le escapaba.-Está linda... Te amo.


Colgó sin darle tiempo a decir nada, dejando la rosa sobre el teléfono de monedas y echó a andar por la calle llena de gente.




Diana (Monotonía)

Comentario del autor:
Siento en verdad la ausencia, y creo que no hay nada que pueda decir que me justifique. En vez de una disculpa, un cuento. El cuento que algunos han estado esperando. La tercera parte de Monotonía que, si vamos por orden, no es el final, sino mas bien el principio. Disfrutenlo.
Gracias a Ivonne (¡Te amo!), a mis lectores incondicionales que siempre andan por aca, a mis lectores nuevos y a los anónimos que ya leian pero no comentaban. En fin, GRACIAS A TODOS.
Disfrutenlo.
Att: Un desvelado inconstante (si se nota, ¿no?)

Diana

Ya voy tarde, como 20 minutos. A el no le importa, yo sé que no le importa pero no puedo evitar sentirme tremendamente culpable. Así que caminó mas rápido y ni siquiera me importa tener que empujar a toda la gente que tambien tiene prisa y que incluso podría ser por cosas mas importantes que una cita, talvez esa señora con el niño de alla atrás se dirige al doctor, y ese chavo de mas alla va con su tía que tiene años de no ver, o que se yo. El caso es que ya voy tarde, y no me importa nada que no sea llegar con Angel.

Lo hemos esperado, hemos esperado este día desde hace tiempo. Desde que él está en el internado, puedo verlo poco realmente, pero eso no ha mermado mi amor por él, en lo absoluto.

Espero en el andén. Puta madre, el metro se esta volviendo muy lento o el tiempo está pasando mas rápido… aunque eso si, es muy barato, baratísimo, por dos pesos uno puede darle una vuelta entera a la ciudad, incluso llegar al estado de méxico, y regresar al punto desde donde partió. Necesitaría otros dos pesos para poder salir del metro, dar una vuelta y ahora si, regresar al lugar de origen, pero aún así sigue siendo baratísimo. De todos modos yo no lo uso por barato, sino por rápido. Y no está siendo precisamente rápido…. Llegó el tren.

Carajo… ¿Estaré bien maquillada? Salí deprisa, pero de todos modos no debí olvidar revisar… quiero estar bella, radiante, perfecta… para el. Hemos esperado vernos por bastante tiempo, de hecho hemos debido vernos poco desde que se fue. “No hay de otra”, creo que me dijo algo así, no me acuerdo muy bien, el caso es que ambos tuvimos que sacrificar cosas… el sacrificaria uno de sus unicos dos dias de descanso para venir conmigo, y yo tendria que conformarme con sus visitas , eso si, siempre puntuales: Una vez cada 15 días. Todo eso no logró que nuestro amor mermara. Lo amo mas de lo que lo amaba antes de que se fuera… Si, mi amor es inamovible, ni el tiempo, ni la distancia han podido con el….

Aunque…

Ok, tengo que aceptar que me saque un poco de onda cuando me dijo que se iba. No es que yo sea celosa. A mi la gente celosa se me hace tonta, insegura de si misma. Y Yo estoy segura de que Ángel y yo somos el uno para el otro, confío plenamente en el y no creo que haya nada ni nadie que pueda separarnos. Además estaba el pequeño detalle de que en el internado militar los tenian en una especie de concentración (algo asi me dijo angelito) por lo cual (obviooo!!!) no había mujeres, ni chance de verlas, por lo cual, podria estar tranquila, en caso de que tuviera celos (que no los tenia, chingao’). Y pues con ese pensamiento hice lo único que podía hacer, lo más sensato: Le di mi bendicion y deje que se fuera, prometiendole que nuestro amor seguiria vivo, que nada ni nadie cambiaria lo que sentia por el y que ese sentimiento creceria dia con dia, en vez de decaer… Y lo he cumplido, carajo, lo he cumplido. Lo amo. Lo amo y nunca he dejado de amarlo, nuestro amor ha crecido dia con dia…. He cumplido. Sabía que no iba a ser tan dificil, porque de verdad lo amo…

(“Próxima estación : Balderas. Correspondencia con línea uno, de Pantitlan a Observatorio”)

Bajo del vagón para transbordar y de repente me acuerdo. Así como cuando a uno le cae una cubeta de agua fría. Nunca en la vida me ha caído una cubeta de agua fría, pero supongo que ha de ser feo. Me acordé en tan mal momento que casi me tiran (que sería justo, por todas las personas que empuje antes de llegar hasta aquí) a las vias del metro, por no avanzar rapidamente. Me acordé… Carajo, preferiría no tener memoria para ese tipo de cosas… Fue una estupidez haberle dicho a Braulio que tambien saldriamos hoy...

Estúpida, estúpida, estúpida!!! ¿Cómo se me ocurrio decirle a Braulio que ibamos a tomar un café hoy? Que estúpida, que idiota...

OK. Primero lo primero. Calmate Dianita, si alguien puede salir de esto eres tu. Trato de acallar a la santurrona voz de mi cabeza, la santurrona voz estúpida que me dice que si nunca hubiera hecho "eso" (como si fuera algo despreciable, inmundo) no estaría pasando por esto ahora....

Le aviso. Si, le aviso y le digo que lo veo mas tarde. Eso es todo.
No. No puedo avisarle, no puedo. Se va a poner histérico.
Ángel es lo único en mi mente en este momento. Lo siento por Braulio. Ademas ya se le pasara. Ya sabía lo que implicaba estar conmigo.... se lo dije desde el dia en que acepte... aceptamos... sepa la madre.....
Ah ese dia....
........................................................................................................................................................................
-Tengo novio, ya te lo dije...- dijo ella, con un tono algo gangoso a causa de las copas- no podria....
El la miró, con aire de ternura, intrigado, divertido y completamente sobrio.
-No importa,-dijo- yo no soy celoso

-Pero mi n-novio si..-dijo con una sonrisa de niña traviesa
-Lo ignoramos un poquito- dijo con tono infantil, divertido- Tu sabes que siempre me has gustado... mucho... y bueno... yo.... pues no te soy indiferente, verdad???
Ella soltó una risita timida.
-¿Muy seguro de ti mismo, no?
-Tengo mis momentos-rió divertido.
Se miraron. Esa mirada, fue esa mirada que el ahora conocido Braulio le lanzaba directo a los ojos la que a ella, a Diana le venía haciendo falta desde hacía tiempo... Tanto tiempo sin una mirada, sin una palabra de amor, sin la cercanía de un beso, sin el calor y el amor de un abrazo...
-¿Si?-Pregunto él, mirándola como un niño pequeño...
-Si-Respondió al fin y se fundieron en un abrazo fuerte y largo....
Se fueron de aquella fiesta juntos esa noche...
Y Braulio dejo de ser el chico lindo que la miraba, para convertirse en SU Braulio.
.......................................................................................................................................................................

Mi Braulio con algunas excepciones, claro.

Bueno, sea como sea ya voy con Ángel y nadie me va a detener. La misma historia que se repite una y otra vez alrededor del mundo, no creo que sea la única.
El fue el del error, si, fue el y no yo.
No fue mi culpa....
No.... Yo no quería que el se enamorara de mi......
Yo buscaba a alguien con quien platicar, con quien salir, con quien pasarla bien.....
Ok, a quien besar, a quien querer que me quisiera......
Pero no que me amara......
Nada de sexo, solo a alguien que me hiciera sentir bien.....
No fue mi culpa....
El se enamoro.....

Y ahí esta Angel, rosa roja en la mano, con esa sonrisa que me derrite, esperando, recargado en la baranda del metro Chapultepec, como siempre.... Esperando por mi.....

El verlo, el escucharlo hablarme, saludarme, decirme cuanto me extrañó, sentir sus labios en los mios y estar con el, me hacen reafirmar que él es con quien quiero pasar mi vida...... Lo amo.

Caminamos por un rato, comimos un helado, luego fuimos a comer, y despues de la comida.... Como me encanta y al mismo tiempo lo odio por desordenado: Primero el postre, luego la comida y despues "mas postre".

Me olvidé de Braulio por unas cuantas horas, toda la mañana y tarde y parte de la noche.... la hora para el café con el habia pasado hace unos veinte minutos cuando miré mi reloj y me sentí como una verdadera perra cuando le dije a Ángel que me sentía mal, que debía irme. Me pidió que me quedara aunque fuera un rato mas, ahí, acostada junto a el......

Al cabo de otra media hora, ya estaba yo de camino a Cuauhtémoc, a aquel café donde habíamos ido por primera vez Braulio y yo.

Cuando llegué, el chico de la guitarra cantaba una de esas canciones de trova que tanto le gustan a Braulio y que yo odio, por complejas. Lo busqué y no fue difícil encontrarlo. Estaba en la mesa de siempre con expresión de hastío y fue cuando me arrepentí de haberle dicho que vería a Ángel. Sabía que venía de verlo, se imaginaba que por eso había llegado tarde y de seguro estaría enojadísimo.... Y la rosa, cuando viera la rosa.....

Dude un poco en avanzar... tuve miedo de sus reclamos.

Calma Diana,
No es tu novio.
Si te habla mal lo mandas al carajo y listo.
Si algo no te gusta lo mandas al carajo y listo.
tienes ese poder
¿Pues quien se cree para reclamar algo?

Y al fin avance hacia la mesa.

-Bueno y.... ¿que paso?- Me preguntó con un tono que nunca le había oido usar....


Monotonía (P.D. He vuelto)

Comentario del autor:
Aqui la segunda entrega de la serie "Monotonía", que lleva el mismo nombre. Siento el haberme ausentado tanto del blog, y creo que las palabras sobran, solo quiero decir que este es uno de mis cuentos favoritos y que espero que a ustedes les guste tambien. Actualizare el blog mas seguido, no mas descansos.
Att: Un desvelado con nuevos animos.
Monotonía


Un bohemio café de trova en la colonia Roma.

Una pareja, en una de las mesas de manteles rojos, con velas y sendas tazas de café. Miradas de reproche, palabras ácidas y lacónicas, una voz en off. Al final de la vorágine de emociones ellos. Solo ellos dos…

-Bueno ¿y entonces? ¿lo viste?

-Si, Lo vi, ya te lo habia dicho.

-No. Me dijiste que habias quedado de verlo.

-Ya sabes que siempre que nos quedamos de ver, nos vemos.

-Bueno, ¿y?

-¿Y que?

-¿Pues que pasó?

-Ash, pues lo mismo de siempre, ya sabes…

-No, no se.

-Siempre me preguntas y siempre te contesto lo mismo. La última vez hasta me dijiste “que hueva”

-Estás loca, yo nunca dije eso…

-No te hagas, sabes que si…

-Bueno, ya, no te enojes. Sabes que no te aguanto cuando estas enojada.

-En eso es en lo que difieren tu y el…

-Ahí vas otra vez… Ya, mejor dime que pasó…

-Ash, lo mismo de siempre, ya te dije. Me choca que seas tan necio.

.¿Pues que es lo mismo de siempre?

-¡Pues llegué!…

-No grites.. Ok, si no me quieres contar no me cuentes, pero no me grites ni te enojes, si?

-Ok, te cuento.

-Gracias.

-Pues llegué a chapultepec..

-Tarde, supongo.

-Algo. Pero a el no le importó. Cuando llegué el estaba ahí, recargado en la baranda, esperándome… ¿Te he dicho que me encanta ver a Ángel esperándome?

-Si, me lo has dicho como veinte veces y ninguna era necesaria…

-Ay si… Como sea, llegué y ahí estaba el… No le importó que me tardara… no me reclamo, jamás me reclama nada.

-Siempre tienes que sacar ese tema, siempre tienes que decirme que el te trata mejor, que el si te entiende, que no te reclama nada…

-Bueno ya, Fue un comentario…

-Siempre es un comentario: “El es mejor que tú”

-Nunca lo he dicho asi…

-Pues tampoco lo niegas…

-¿Quieres que te siga contando o no?

-Pues… si.

-Llegué algunos minutos tarde. No importó. Creo que nunca le ha importado… y nos fuimos.

-¿A dónde fueron?

-A caminar… Casi siempre vamos a caminar…

-Ja, es pobre el muchacho, ¿no?

-Hay cosas que no se compran…

-¿Cómo que? ¿“El Amor”?

-Pues si, el Amor, aunque te burles…

-No me estoy burlando…

-El que tu no seas capaz de sentirlo ni expresarlo no significa que no me lo puedan expresar ni sentirlo por mi.

-Si soy capaz de sentirlo…

-Pero no lo expresas.

-Tu tampoco. Por eso lo nuestro va tan bien. ¿tambien me amas, no?

-Eh? ash…

-¿Qué?

-Nada… Eres imposible.

-…

-¿Te termino de contar?

-Ajá…

-Pues primero nos subimos al metro…

-¿A donde iban?

-No sabíamos. Terminamos bajando, en Cuauhtemoc y dando vueltas por aquí, por la Roma… Por la parte bonita de la Roma… Aunque hubiera dado lo mismo ir a donde fuera. El caso era estar juntos…

-Ah…

-No te hagas el celoso que no te va…

-¿Y que hicieron?

-Ya te dije, caminamos. Lo demas es cosa que no te importa. No le importa a nadie, salvo a el y a mi.

-Ah…¿Y la rosa?

-Me la compró. Por mucho que le falte dinero a mi nunca me faltan los detalles.

-“Detalles”…

-Si, detalles.

-¿Por eso estas con el? ¿Detalles?

-Eso solo es una parte del todo… Cuando estoy con el se me olvida lo malo… El me hace feliz con cosas tan sencillas. Con un beso, una caricia, una mirada… Solo con estar juntos. Lo amo.

-¿Y entonces? ¿Por qué estas conmigo?¿Qué soy yo?

-Tu eres la locura menor que me salva de la demencia. Entiendelo, sin ti mi relacion con el seria muy monotona. Tu me ayudas a mantener vivo mi amor por el…

-Ah...

Al marcharse de aquel café (tras pagar la cuenta), Braulio encendio un cigarrillo. Mientras exhalaba el humo y el cruel frío de octubre le daba en la cara, alcanzó a cultivar una sonrisa ácida, y se puso a pensar en cuan monótona era su vida.

Braulio.

Comentario del autor:

Comenzando con las series, Braulio es la primera entrega de una historia dividida en tres, a la que me gustó llamar "Monotonía". Traté de relatar esta historia en tres puntos de vista y tres modos de narrador diferentes, de manera que es como si fuera cada una un cuento independiente. Disfrutenlo, ojala les guste al menos una entrega.

P.D.:La modalidad del comentario del autor se aplicara a todas mis entradas a partir de hoy, ya que siempre me quedo con las ganas de soltarles el choro de lo que cada cuento significa para mi. Sorry, el ego. Gracias por leerme y disfruten el cuento.



Anoche no pude dormir. Diria que hoy desperté, pero seria una mentira porque anoche no dormi. Asi que hoy me levante de la cama y no pude evitar sentirme asi, con ese humor tan negro que tengo cuando no he dormido en toda la noche, con esas ganas inoportunas de mentarle la madre a todo el mundo.

Sali de mi casa pensando en lo que Gabriel me había dicho hacia unos días. Pues si, talvez si me estaba clavando mucho con Diana, pero eso no importaba. O por lo menos no le importaba a ella. Y pensándolo bien a mi menos, total, en su vida yo era menos que nada, y todo era por mi culpa, después de todo fui yo el que había elegido ser “El Otro” y acepte todo lo que implicaba….

Iba caminando despacio, no tenia ganas de nada y menos de verla, no ese dia, además de seguro ella tampoco querria verme, al fin estaría muy feliz por su cita…Con El. Como sea, tenia que llegar a ese café de Cuauhtemoc.

Pase por la florería y sentí un impulso idiota. No es que a mi me gusten las flores, solo pensé que ella agradecería el detalle de una flor. Total, no podía ponerme a exigir mas atención de la que le daba a ella. Ademas nunca le había regalado una flor. Despues de todo, y aunque ella no fuera mi novia, me di cuenta de que yo si era su novio. Desde que estaba con ella, no había querido estar con nadie mas, no lo necesitaba. Decidido, compre una gran rosa rosa(las rojas siempre se me han hecho harto cursis) y segui mi camino. No sabia a ciencia cierta que era el amor... ¿estaría enamorado de Diana?...Si. Estaba enamorado de Diana… Y se lo iba a decir.

Llegue puntual a aquel café, como siempre. Tome la mesa de costumbre y pedi un café americano bien cargado. Pedi para ella lo de siempre, un cappuccino frappé (Por aquello de que si es caliente siempre se le enfria) y con un nuevo estado de animo me dispuse a esperarla. Estaba enamorado y se lo iba a decir…

Al fin, después de una hora, la vi llegar, rosa roja en mano y tarde como siempre. El café ya estaba frio. No es que me importe que el café se haya enfriado, es solo que odio que llegue tarde. Siempre llega tarde.

-Hola –Me dijo como si la hora no importara.

Acerte a contestarle asintiendo con la cabeza, mientras llamaba al mesero. Mi café estaba frio y yo resentido.

-Bueno, y…¿Qué pasó? –Le pregunté con deseos de que no me contestara…

Realidad y ficcion....


Muchas veces se preguntaba hacia donde iba su vida. La vida, según el, era solo un pretexto más de la realidad para hacerle ver su suerte cada día. Nunca le gusto la realidad. Huía de ella con la inútil desesperación de quien huye de una bestia feroz, sedienta de carne fresca. Se protegía de la realidad, como quien se vacuna contra una enfermedad infecciosa. Todos los días al levantarse tenía una especie de rito diario, una suerte de sortilegio rutinario que tenia arraigado desde que comenzó su gusto por ser un fugitivo de la realidad hecho y derecho. No sabia (y no le importaba) la cantidad de limites y normas que se estaba pasando por encima. Era como ponerse a diario una dosis de antirealidad, a sabiendas de que era aquella realidad lo que estaba poniendo sus días en etapa terminal, como infectos de un cáncer que mermaba su condición de estable a depresivamente peligrosa.

“La mentira es un triste sustituto de la verdad, pero es el único que se ha descubierto hasta ahora” leyó alguna vez, en un ensayo de Elbert Hubbard. Opinión muy acertada y, sin embargo, prefería aquella de Pascal que rezaba: “Si nuestra visión se detiene ahí, dejemos que nuestra imaginación vaya mas lejos”.O, considerando una opinión mas nacional, concordaba con Xavier Velasco, que decía que “La ficción comienza al extender los limites de la realidad”. A todas luces prefería la ficción. En todo caso, (Y, de paso para no discutir con Hubbard) lo suyo no era mentira, sino ficción.

Pero, ¿Cuál era la real causa de sus ínfulas de retador de la realidad? ¿Había una razón para que la realidad le desagradara tanto que, de repente, se le hiciera imposible de sortear? ¿De quien era esa voz que a gritos le exigía pasarse noches enteras (amen de madrugadas insondables) haciendo lo único que le hacia mas ligero aquella tarea de vivir a diario la horrible realidad? ¿Qué era lo que le impedía ocupar aquellas horas nocturnas para hacer algo más sano (dormir, por ejemplo) que estar escribiendo sus Abortos de relatos? Así lo decía: “Abortos de relatos”. Con un humor tan sarcástico que hubiera hecho sonrojar incluso a Ella...

Ella, lo único que hacia la realidad habitable. Ella: sutil devaneo de sus noches de insomnio, Ángel del deseo y heroína inconfesa de todos sus escritos. Ella era su razón para soportar la realidad, y también para no querer abandonar la ficción. Y es que le molestaba tener que separarse de aquel mundo tan perfecto que se había creado. Amen de no ser sano para el en ningún aspecto, su reino del mito merecía ser destruido por la sola perfección con la que transcurrían sus días y noches. Por la sola perfección con la que Ella habitaba simultáneamente en esos dos mundos; la realidad y la ficcion, el pensaba que alguno de ellos debería ceder su existencia al vacio. Y al no poder desaparecer la realidad, cedió por fin a los deseos de la verdad. Sin embargo pasaban más días de cruel realidad y noches de delirante ficción sin que nada cambiara. Se lamentaba de tanto tiempo que pasaba escribiendo ficción, tiempo que al parecer no servia de nada. Hasta que un día, se decidió cabalmente a luchar por aquella ficción, para que algún día, alcanzara la investidura de realidad. Prometió solemnemente que tanto tiempo escribiendo esa subrepticia ficción daría frutos en una realidad fatua y apremiante. Se prometió que Ella y el tendrían al fin su mundo lejos, lejos de todos los demás…

Y lo iba a cumplir.

Historias Con Música Vol. 1

Inaugurando esta interactiva seccion, un cuento que en lo personal me agrada mucho.
Nota: Antes de empezar a leer te conviene leer la entrada de abajo que dice "instrucciones..." para que disfrutes al 100% este cuento.

Tuyo Soy

“Cuando en un principio
Yo sabia que lo que me decías
No era verdad
De todos modos Tuyo Soy …”
“Tuyo soy”, Los Gatos

De un lado del cable telefónico:

El teléfono sonó de nuevo. Julián lo contestó, de mala gana.
-Bueno..
-Amor …- le contestó ella con voz tierna, dócil.- Hola …
-Hola- contestó él con un enojo renovado.
-¿Cómo estás?- Pregunto con cautela
¿Qué como estaba? “Estoy que me lleva la chingada” pensó que sería lo mejor contestar.
-¿Cómo quieres que esté, Dalila?¿Cómo?-Estalló al fin, impaciente.
Dalila. No Dali, ni Lila… Dalila. Debía estar enojadísimo, donde la hubiera llamado Dalila.
-Yo se que estuve mal, mi vida, pero ya pasó ….
-Te esperé tres horas Dalila, ¡TRES HORAS!- Le dijo, casi gritando.
-Perdóname mi amor …-Le dijo y empezaba a ponerse nerviosa- lo olvidé … a cualquiera le pasa …
-Es que ahora si te pasaste Dalila!- Gritó y se sintió aliviado- Pudiste haberme avisado …
-Es que fue todo tan rápido …-Era oficial: estaba nerviosa- No tuve tiempo …
-¿Eso es lo que te importa esto Dalila? -Ya gritaba sin preocuparse- o sea ¿te vale madres?
-Entiéndeme -Le dijo al borde del llanto- No te podía avisar, hasta hoy pude …
-No, Dalila, no … Ya no … No es la primera, ni siquiera es la quinta vez que me dejas esperando como idiota … ¡Y para no verte! ¿Así quieres que te perdone?
- Es que mi primo …- Le explicó casi sin voz- Se puso grave otra vez…
-¡¿Otra vez?!- Trató de ser lo más irónico posible
--Lo siento - Rompió a llorar- lo siento, perdóname, sé que soy lo peor, no se como me aguantas …
- … Lila …- Dijo él mucho más dócil.
-Traté, te juro que traté de llamarte pero fue una situación difícil …- dijo llorando aún más- no sabía que hacer … Y luego, cuando me acordé, los teléfonos del hospital no servían …
El calló. Todo le sonaba a mentira y, sin embargo no soportaba oírla llorar. Lo ponía mal, simplemente. No debió haberle gritado en esa forma …
-Lila, yo …-Trató de comenzar
-Solo necesito que me digas que me quieres- Dijo con la voz temblorosa, aún llorando- Se que no lo merezco, pero te juro que no sabía que esto iba a pasar … No te enojes conmigo, por favor, no te enojes conmigo …
Cada vez lloraba más. Trataba de controlarse, pero aún así no podía dejar de llorar …
-Ya, Lila …-Dijo tratando de calmarla- perdóname, no debí gritarte …-Se calmaba poco a poco- Sé que nada de esto fue tu culpa. Perdóname.
-Traté de llamar, juro que traté de llamar- Dijo aún con la voz entrecortada.
-Yo sé que trataste amor, lo sé. ¿Cómo está tu primo?
-Mejor, -Dijo mucho más calmada- pero lo dan de alta hasta mañana
-Eso es bueno …- Dijo, al fin más contento- ¿y que más? Oye … ¿Salimos?
- … Eh … mi tía me pidió que … me quedara con él hoy, porque ella no puede …
-Ah- Respondió con un dejo de molestia
-Pero yo quiero verte- Dijo ella- Le digo que no voy.
“Soy un egoísta”, pensó él.
-No, no amor,- dijo recapacitando- Ve con tu primo, él te necesita y tu tía también.
-Yo quería verte …- Respondió ella en tono triste.
-Yo también Lila … El domingo paso por ti y vamos por un helado, ¿si?
-¿De chocolate?- Preguntó ella, tiernamente.
-Si amor … doble
-Te amo
-Yo también
-Entonces me llamas el domingo -le dijo ella, dueña de la situación.- No llevo el celular al hospital …
-Si, mañana yo te hablo.
-Te amo.
-Yo también -dijo él- cuídate.
-Bye.
-Bye.


Del otro lado del cable:

Dalila colgó. No pudo evitar una tímida sonrisa al secar sus últimas lagrimas. Ya totalmente calmada, tomó el teléfono y marcó:
-Bueno -Contestó su amiga Mariana, muy alegre.
-¿Qué paso güey?
-Ah, ¿que p’so? ¿Ya hablaste con Julián?
-Si güey …
-¿Y?
-… Estaba que se lo llevaba la chingada … ¿Porqué? ¿Qué te dijo?
-Pues que me había pasado, que ya estaba harto - Dijo Dalila, como sin darle importancia.- Ash, no sé que tanto, me choca … ¡Se puso a gritar!- exclamó indignada.
-Pues te lo merecías güey- dijo Mariana- lo dejaste como novia de pueblo.
-O sea, está bien que tenga razón pero … ¿Por qué tiene que gritar?-terminó, como ignorando a Mariana.
-Bueno y … ¿Tu que hiciste?
-Eso fue lo peor … -explicó entre la timidez y la indignación- ¡Me puse a llorar!… No podía controlarme, ahí estaba llorando como niña chiquita … pero … -Se quedó pensando- Que efectivo eh … siempre caen …
-¡A huevo! -Festejó Mariana.
-¿Y entonces? ¿Qué plan para hoy en la noche?
-Pues queríamos ir al Ártica …
-Ay güey, al Ártica ya fuimos la semana pasada.
-¿El New Orleans?
-Ya fuimos ayer.
-Ash, pues vamos al Ártica güey, hay fiesta de espuma …
-Ah, bueno.
-¿Y el Julián?- Preguntó
-Ay, ¿Julián que?- Dijo Dalila, harta- Julián no me va a hablar porque le dije que iba a ir al hospital a cuidar a mi primo …
- Ay Dios …¿Y tu primo?
- En su casa …-Rió Dalila.
-Ahh …- Rió Mariana nerviosamente.
-Entonces a las … ¿ocho?
-Si, yo te hablo y nos vamos.
-Bueno- dijo Dalila
-Bye.
-Bye.
No pudo evitar sonreír nuevamente con malicia cuando colgó.
En tanto, del otro lado del cable telefónico, Julián estaba feliz, porque al fin, al día siguiente vería a su amor.


“Hey, dime mama
¿A dónde vas?
Antes de irte vamos a amar
Después si quieres …
Te vas, con los demás …”
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No olviden comentar si les gustó este rollo de las Historias con Música, y si les gusta a la mayoria, subire mas proximamente.

Instrucciones para leer a gusto "Historias con Música"

Instalé al blog un reproductor que se puede ver en la barra lateral, a la derecha y que es para que se den una idea de lo que el cuento trata de transmitir en base a la letra y la música de la canción. Además, leer con música es mas ameno e interactivo.
Traté de insertarlo en la entrada en vez de en la barra lateral, pero eso no se puede (y si se puede, alguien dígame como), así que el reproductor sólo estará disponible hasta la próxima vez que actualize el blog (Disfrutenlo mientras dura!!!!).

Aqui algunas especificaciones técnicas:

Denle click al boton de play del reproductor, despues al de pausa y en la barra aparece algo asi algo así:

0-0
La idea es que vaya avanzando el numero cero de la derecha, de modo que a los 10 segundos de haberle dado play y pausa aparecera algo asi como:
0-7
Ya podran darle play de nuevo para escucharla cuando les marque algo así como:
0-30
Así, mientras escuchan los primeros 30 segundos, la cancion ya habra terminado de cargarse, apareciendo por ejemplo:
30-230
Explico esto porque muchos no le entienden al reproductor sino hasta despues de haber batallado con el largo tiempo (Yo, por ejemplo).
No olviden dejar un comentario en la entrada de arriba para decirme si les gustó el cuento y esta propuesta de las "Historias con Música".

Empezando el año...

Ya tenía rato de no bloguear y para empezar este 2008, decidí cambiar el aspecto del blog. Espero que les guste y prometo un nuevo cuento para los proximos días.

¡Feliz Año Nuevo!

Feliz Navidad!!!

Tal vez nadie lea esta entrada del blog, pero que conste que hoy, a las 12 de la noche es el cumpleaños de nuestro señor Jesús.
Sólo quería que quedara una constancia de ello, ya que muchos me preguntaban el significado que tiene la navidad para mi. Pues ahí está.
¡Feliz Cumpleaños Jesús!

Departamento de filosofía barata

Gracias a Francisco Palacios, por "Casi todo sigue igual"...

Este es un comentario que fue escrito una caleidoscópica tarde de no recuerdo que mes, mientras su servidor se encontraba reflexionando en la orilla de un puente peatonal y de tanto mirar lo que ocurria a su alrededor, de pronto le vinieron ganas de escribir mientras recordaba la tonada de una nostálgica canción.


Desde aquí, tengo una suerte de vista panorámica que no había sabido apreciar nunca antes. Desde aquí, mi lugar predilecto para mirar sin ser mirado. Hoy es uno de esos caleidoscópicos atardeceres que a ella y a mi nos encantan, donde el sol toma esa melancólica coloración entre naranja y escarlata. Desde aquí, mi vista sortea y aun sobrepasa insondables edificios, postes de luz, casas, árboles, calles y me doy cuenta de que miro lo mismo de siempre, pero con un enfoque diferente. Aquellas calles, los arrabales, las vecindades ruinosas, los tendederos con su ropa ondeando al viento, las iglesias, las cantinas…”Casi todo sigue igual”.
La vida en esta ciudad se ve muy diferente desde aquí. Los niños juegan en los parques, (las parejas también se dedican al jugueteo), las aves revolotean fatuas, como esperando el momento de volar hacia un nuevo y prometedor horizonte y las personas caminan apuradas, con la prisa propia de quien ha olvidado algo importante. Se miran tamben los eternos puestos de antojitos, chicharrones, dulces, tacos, esas cosas que forman parte de la esencia de la ciudad, y la gente que, según parece, tiene mejores cosas que hacer que mirar el atardecer. Sin embargo yo sigo aquí, mirando todo lo que pasa a mi alrededor, como quien mira una película, perplejo, asombrado de cada imagen que pasa ante sus ojos y apenas si acierto a sonreír, con la calma de quien oye llover y no se moja.

Miro de nuevo aquel sol, delirante e intento perderme en aquel trance lisérgico que me brinda la naturaleza, queriendo (como siempre) que ese momento nunca acabe…pero el tiempo no espera por nada. El sol entre las nubes se dispersa, y de a poco se ven personas que se vuelven a sus casas, a los niños que regresan de los parques (y a las parejas que se quedan), a las aves que regresan a sus nidos. Yo, sin embargo, me quedo a esperar el desenlace.

Ahora la ciudad comienza a tomar un pulso distinto. El tráfico va creciendo a medida que oscurece, o talvez sea que antes no notaba las luces de los autos. Autos de gente que viene y va: personas que regresan a sus casas y otras tantas que apenas salen. Cada auto transportando una historia diferente. El alumbrado publico se enciende y la luna resplandece en aquel lóbrego firmamento, inconcebiblemente ignorada por toda la gente que-al parecer-tiene mucho mejores cosas que hacer que mirar la luna. Incluso con el bullicio, las luces, los ruidos y los silencios propios de una noche de viernes en esta ciudad, me doy cuenta de que no me iría de aquí por nada del mundo.

Aun por la noche me doy cuenta de que todo sigue igual. Que pasaran los años, las alegrías, las tristezas, que (casi todas las tardes) el sol seguirá teniendo aquel caleidoscópico tinte y que cubrirá los edificios, los árboles, las calles, las casas, las vecindades ruinosas, los tendederos, las iglesias, las cantinas…Y que así, después de algún tiempo, pueda hallarme como ahora en este lugar, tomar un hondo respiro, y mientras contemplo uno de esos caleidoscópicos atardeceres que a ella y a mi nos encantan pueda decir de nuevo: “Casi todo sigue igual”

Departamento de Amores Urbanos

He aqui el cuento que inaugura esta seccion...


La Esquina del Graffiti Azul.

“Hoy, parece ser un dia especial. Se ve demasiada gente en la iglesia, todos muy elegantes, todos lucen bien, y (al parecer) a nadie le importa que yo no me santigüe al pasar frente a la iglesia y ni siquiera les importa que yo no asista a esa misa de….realmente no se ni de que, pero debe ser algo grande.
Pero vamos por orden: Baje las escaleras y no había nadie, pero realmente esto no se me hizo muy extraño, al cabo todos estarían en la iglesia, ¿no? En fin, Sali a la calle esperando que ese dia me deparara algo bueno y pensando que en vez de abandonarme al azar yo debería empezar a cambiar mi propia suerte.
No me pareció extraño que el dia estuviera nublado y el cielo se viera gris, un tanto depresivo, como diciendo “no salgas, no salgas”. Mire a toda la gente con enormes chamarras y por un momento pensé en regresar por una sudadera pero en fin, cosas sin importancia. Segui caminando y de a poco comencé a ponerme un tanto alegre, como cuando al fin se cumple algo que se ha deseado desde hace tiempo, talvez inconsciente de que algo me aguardaba ese dia.
Al fin, llegue al metro de la Raza. Entre y me percate de que ahora no había gente en los andenes y pensé que seria buen augurio… Y de pronto me imagine yendo a su casa, invitándola a comer (aunque no tengo nada de hambre) y después escapándonos por ahí, juntos y que el tiempo no importe, como era antes…
Pero –y bien lo dije- eso era antes…”

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Se imagino cantidad de cosas irrealizables y lugares a los que no le daba la gana ir mientras esperaba en el andén. Sentia una inoportuna cosquilla, como una voz dentro de su cabeza que insistia: “Venga, ¿porque no lo haces?”, para después callarse y de nuevo atacar “De todas formas no te atreves…”

Abordo el metro sin saber su rumbo, como había sido su estilo por largo tiempo, pero después decidió ceder a los deseos de la voz, mas que nada para que se callara pero en el fondo (bien en el fondo) estando de acuerdo con ella. Bajó de aquel tren y corrió al andén contrario, con la prisa de quien al no actuar rápido se arrepiente de lo planeado y estando consciente de que su nuevo destino era el mismo de tantas otras veces en el pasado. No tuvo suficiente tiempo para arrepentirse, porque al irlo pensando se encontró de pronto en la salida de la estación Tlatelolco, entre puestos de lonas rosas y gente que queria abordar e ir a sus propios destinos.


“Debería comprarle unas flores” pensó, pero tan pronto lo pensó se avergonzó de si mismo, como quien ha gritado la estupidez mas grande. Caminó con paso tardio pero firme, y aun mas firme en su decisión de no ir a buscarla. “¿para que?”, pensó de nuevo. ¿O era acaso que no la había olvidado? Claro que la había olvidado. Y al olvidarla había logrado lo que muy pocos: Salir ileso de una de las enfermedades mas mortales del mundo: “El Amor”. Nadie podía atreverse a decirle que aun la recordaba. Por mas que tuviera ganas de ir corriendo a su casa, tomarla de la mano, comprarle un gran helado y besarla, no eran mas que eso, ganas. Ganas y no recuerdos. ¿Cuál era la relación tan extraña que sostenían las ganas y los recuerdos? ¿Era suficiente pretexto para que una cosa llevara a la otra? En todo eso pensaba, cuando llego a un área de juegos que estaba (inconvenientemente) enfrente del edificio donde ella vivía.

Lo pensó por un rato y calculó que si ella se asomaba a su ventana, bien podría verlo. Y aún así, con esa desfachatez y con una incipiente actitud de “no me importa”, se sentó en uno de aquellos columpios pintados de colores y empezó a mecerse con la vista fija en la ventana, esa ventana tan frágil… su ventana.

Hacia tan solo unos cuantos meses desde esos días en los que el lanzaba piedras a su ventana para que ella saliera y se fueran juntos a caminar entre las jardineras, a correr tomados de la mano por el puente de concreto y por la plaza de las tres culturas, y de vez en cuando a darse una que otra escapada a la alameda central.

¿Cuándo volverían aquellos días? ¿Volverían? ¿Cuál era el tipo de obsesión malsana que lo hacia querer volver atrás, a esos días de helados, besos y caminatas al atardecer?...Lo pensó, lo pensó y miró a la ventana: Tan lejos y tan cerca.

Se imaginó aventando una piedra a su ventana, como antes… Despues se imaginó cambiando aquella piedra por un ladrillo que destrozara su ventana asi como ella le habia destrozado el corazón… ¿Pero que clase de cursilerías estaba pensando? ¿Corazón? ¿El? ¿El mismo que se propuso no enamorarse de nadie y lo había cumplido?... Hasta que llegó ella…

Llegó justo cuando el mas la necesitaba. Llegó frágil, ligera, incontrolable… así como esa lluvia que comenzaba a caer del cielo. Lo pensó bien, y no supo quien había llegado a quien… El caso era que se habían encontrado en el momento justo… Aun lo recordaba y era uno de esos recuerdos que negaban su naturaleza celosamente. Una de esas cosas que no podía olvidar…
…Todo empezó aquel martes al salir de la escuela. Ella al fin había aceptado que el la acompañara a su casa. Llevaban varios días coqueteando, insinuándose cosas, pero ninguno esperaba que el dia llegara tan pronto… Y es que Silvia le gustaba tanto… era delgada, alta, la piel blanca, y el cabello rojizo… y una mirada lasciva e intrigante. Hablaron mucho en el camino, no dejaban de hablar, ni de mirarse… Al salir del metro, Silvia lo tomó de la mano y corrieron. Corrieron hasta llegar a aquella esquina con el enorme graffiti azul, donde se dieron el primero de los muchos besos que se darían allí mismo…


Se quedo un buen rato con la vista fija en aquella esquina, como para mitigar su melancolía que iba en aumento desde hacia un buen rato…

Tan fija estaba su mirada en la esquina, que apenas si se dio cienta de que alguien doblaba…

Tan distraído estaba recordándola, que apenas si reparó en la pícara sonrisa de Silvia.

Fue cosa de un instante… Pensó en muchas cosas. Pensó en ir, tomarla de la mano, darle un beso largo y profundo, decirle “Te amo”…Ser feliz de nuevo… Con Ella.

Pero todo eso fue a la basura cuando se dio cuenta de que Silvia no estaba sola. Un tipo alto, fornido, moreno y con el cabello pintado de rubio doblaba la esquina para recargar a Silvia justo en la pared del graffiti y darle un beso que a el, a Pedro, le pareció francamente asqueroso. Y justo en esa esquina, que el había pensado que sería “Su lugar”. Solo de Silvia y suyo…


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“Me levante del columpio y huí de ahí, sin ser visto. Con el orgullo y (aunque me duele aceptarlo) el corazón herido, no quería saber más de las mujeres…
No de las que ya conocía, al menos”.

No excederse es distinguirse


Si. Asi rezaba el anuncio que fue colocado en Junio de 1996, sobre la glorieta de vaqueritos (Un lugar bastante conocido y centrico) al sur del Distrito Federal: Antes de eso, nunca habia pasado algo asi en la ciudad de México : Un anuncio que no anunciaba NADA.


La Obra fue realizada por un tal Victor Ortega en coautoría con Mauricio Ortiz, y consistia en un anuncio espectacular con dimensiones de 720 X 1290 cm. Ademas, contaron con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, México. El planteamiento básico de este proyecto fue llamar la atención sobre la hipocresía y el permanente doble discurso del medio usando el mismo lenguaje del medio espectacular , donde en letras diminutas se pide evitar el exceso y en letras grandes y fotografías vistosas se invita a procurarlo en alcohol, tabaco, las más diversas golosinas y claro, en carne femenina.

La pieza consistio en una secuencia gráfica en la que los elementos se iban incorporando y transformando en el mismo soporte hasta alcanzar su propia autodestrucción, etapa final que asumieron con mayor eficiencia, y superando todas las expectativas, las de sus autores y al final, las de las autoridades delegacionales quienes decidieron clausurar la obra antes de su natural culminación.


El primer cuadro, que duró dos semanas en el sitio, abordó el asunto de las dimensiones y las proporciones: fondo verde, una foto tamaño natural de la modelo desnuda en posición anatómica –parada de frente con los brazos a los lados–, y acotaciones de estatura ( 1.60 metros ) y tamaño del espacio ( 12.90 x 7.20 metros ).


Al segundo cuadro, que duró una semana más, sólo se añadió en rojo la leyenda

“No excederse es distinguirse”.


Para el tercer cuadro, al lado de lo anterior se colocó una foto ahora sí tamaño espectacular de la modelo dormida, y con dos puntos se cambió el sentido de la frase a lo que se entiende como el verdadero fin de todo anunciante:

“No: excederse es distinguirse”.


El cuadro final y, a la larga, polémico y censurable consistió en añadir una foto de siete metros de altura donde la modelo parecía salirse del cuadro bailando alegremente. Las palabras se fragmentaron, de algunas letras quedaron nada más los contornos y otras cambiaron de color para terminar leyéndose:

“Ceder es extinguirse.” “Irse”.
Esta obra sentó un precedente en la historia del arte pop en México, al aventurarse en el terreno del arte masivo y al hacer algo que hasta ese día nadie había hecho tan descarada e inteligentemente :burlarse del discurso del medio utilizando sus propias armas.


P.D.: Traté de conseguir las fotos de las diferentes posiciones de la obra antes mencionada por el internet, pero solo consegui la fotografia del trabajo terminado, misma que puede apreciarse arriba.